martes, 11 de marzo de 2014


ADIÖS


Olvídate de las voces. Henry Clacowsky. Olvida que puedes volar. Incendia los discos. La casa. Los libros. La vida entera. Incéndialo todo. Henry Clacowsky. La carne cruda de los sueños te espera. El sueño eterno. El viaje menos previsible. Henry Clacowsky. No le hagas caso a las voces. La sensación absolutista no existe. Pero si existe este momento. Ahora. Que absorbes los timbales de la primera canción del mundo y te adentras en una superficie derruida. La respiración. Cello Song de Nick Drake. Una tarde de cicatrices y bañera. Humo. Vasos rotos. El silencio de las cosas. Su quietud. La quietud que te embala como si fueras un producto universal. La inmensa agonía de ser algo y no ser nada al mismo tiempo.

domingo, 9 de marzo de 2014



PSICODELIA



Vive por inercia. Por pura naturaleza. Vive en un espacio donde no se altera la conciencia. Y rebusca pelo usado en la basura. Y se apropia del momento entre los restos que el consuelo desperdicia. Alza el cuerpo. Se analiza sin prestigio. Cae por una barandilla que puede levantarlo. Hace apego del espacio entre el balcón y la mirada de infortunio que transporta. Sin embargo sigue vivo. Siente. Pero deduzco que una parte de su espíritu dice no mientras el cuerpo dice sí. Y se quiebra, está partido. Y se odia, está podrido.

lunes, 24 de febrero de 2014



ADIÓS 

Henry está muy triste. Me lo ha dicho su vecino. Que no existe. Que la vida se le escapa de las manos. Que escucha el mismo disco cada noche. Wilco. Sky Blue Sky. El cielo que ha coloreado un niño algo daltónico. Henry se envuelve en cien rutinas para paliar el frío y el ansia. Henry es un animal que pierde a la petanca cada vez que apuesta el doble a impar. Y no tiene nada. Quizás quinientos libros. Seis mil discos. Una guitarra atormentada en la penumbra. El despacho de la inmortalidad. Y en un rincón las náuseas. Henry no recuerda su pasado. Imposible Germany. El disco que le asalta. La lanza que se posa leve en su crepitar vespertino. Las telarañas de la biblioteca  anunciándole un destino atroz. On and On and On. La ausencia de la búsqueda. El territorio que lo desprotege. Henry convertido en una luciérnaga ciega. Henry acostumbrado a perder cada vez que se despierta. Henry en la ambición desmesurada de un enclenque hombre mayor. Henry con trescientas muertes asistidas en su espalda. Desvaído. Aciago. Insensato. Desmesuradamente bueno. Henry en los renglones de Pavesse. Henry en las heridas de Rimbaud. Henry en el cartucho que destroza la cabeza de Hemingway. Henry en Paris. Los años locos. El coche de los Fitzgerald. Los cuadros de Picasso. La librería de Sylvia Beach. Ulises, pobre Joyce. Maldito eufemismo. Loco y franco deseo de partir al más allá con vida. Pero Henry está en el edificio Dakota. Es mil novecientos ochenta. Va a ocurrir una desgracia y alguien tiene que evitarlo. Corre. No se desespera. Ha escuchado un ruido y puede que Lennon esté llegando. Corre con más fuerza. Lo ve. Va a abrir la puerta. Lo ve más cerca. Escucha el Bang. Se detiene en su aliento. Alguien escapa. Lo tiene muy cerca, a Lennon. Lo tiene en su pecho. Le dice: I Don´t believe in me. Y va a volver a hablar pero es la última vez que sus ojos parpadean.

viernes, 6 de septiembre de 2013


PSICODELIA

Con el deambular perdido, el fin del caos en la contienda de un futuro ya pasado. Con la mala gestión de una libertad tantas veces soñada, la milenaria costumbre de un hedonismo multiplicado, de nuevo, por cero. Con la frecuencia partida, así vivimos los que habitamos este cuerpo intenso.

martes, 20 de agosto de 2013


ADIÓS



Olvidó su devenir.
Acampó a sus anchas en el castillo.
El otoño le obligó a tragar carbón e incluso ascuas.
Desplegó su dualidad como si fuera un abanico alado.
Organizó bacanales y orgías. Imaginarias todas ellas.
Su confusión fue tan grande que desbordó el mar y las dudas quedaron al fondo.
Pero intentó luchar.
Fue el único ejemplar digno de una especie efímera.
Desfiló por las calles vestido de Ziggy Stardust.
Bajo la influencia de susurros cósmicos llegó a la cama.
Venus in Furs y un mundo nuevo.

El espacio en que todo humano podría vivir a salvo.

jueves, 1 de agosto de 2013





ADIÓS

Tiene por mirada dos ojeras que son, como el caos, un profundo sueño del que nadie sale indemne. Es, en su delirius tremens, un cuerpo imperceptible. Alcohol. Humedad. Harapos hambrientos. Cae, una y otra vez, en la misma trampa opaca. Está sediento de nostalgias. Está buscando al omnipresente dueño de este mundo. Tiene por memoria proyectiles y entristece la neurosis personal que le persigue. Mea consuelos y defeca dentro una fuente venenosa que no extingue el silencio de las calles.
Vuelve a caer en la misma trampa opaca. Es, en la necedad de su vida actual, un acorde que persigue la belleza. Creap de Radiohead.

martes, 25 de junio de 2013